Historia de una citación

Policías, líos e impunidades.

Por: Santiago Mazzarovich.

El Lunes 15 de Abril al despertar el teléfono celular me avisaba que tenía un mensaje de voz. Lo escucho y del otro lado del contestador virtual me avisan desde un medio de comunicación con el que colaboro, que habían llamado del Departamento de Operaciones Especiales (DOE) de la Policía preguntando por mi. Pasaron un par de horas y me vuelve a llamar del mismo medio un compañero avisándome esta vez que policías de civil fueron al local de dicho medio a buscarme.

A las 13:03 recibo un mensaje de un número desconocido que dice: “Ya estamos en tu casa”. No parece ser una simple confusión de número, por si lo fuera el número lo dejo guardado ante cualquier eventualidad. 

Minutos más tarde recibo una llamada: “¿Santiago Mazzarovich?” preguntan,“si” contesto. Una funcionaria del DOE me cita a declarar el Miércoles 17 de Abril a las 10 de la mañana en la oficina del Departamento de Operaciones Especiales en el 1er. piso de Jefatura, en San José y Yí. “¿Por que tema es?” se me ocurre preguntarle a la policía, “no le puedo informar” me dice. Le digo que no puedo ir a declarar sobre un tema que ni siquiera se cuál es, me dice que es por “los conflictos que hubo con lo de la Jueza”. El tema se iba aclarando.

Ya habían citado a vari@s de l@s que estuvimos en la manifestación pacífica en respaldo a la Jueza Mariana Mota el pasado 15 de Febrero. Entre ellos están: Jorge Zabalza, Álvaro Jaume, Diego Jaume, Eduardo Jaume, Irma Leites. Estaba al tanto de la situación por las noticias y las redes sociales. Me comunico con alguno de ellos para avisar que también me citaban a declarar.

Hoy Miércoles 17 me presento a las 09:30 en Jefatura; afuera me acompañaban varios compañeros, mi novia y mis viejos. Me hicieron esperar cerca de una hora entre mi llegada y el ingreso a la oficina. Me espera en la puerta el oficial Mieres que es quien me interroga. Paso a una oficina que tiene las mismas características que cualquier oficina policial que se puedan imaginar: todo blanco, una computadora, una impresora y una actuaria. La actuaria le pregunta a Mieres: “¿Le pregunto como periodista o como a los otros?”, “como al resto” responde.

Empieza el interrogatorio con Mieres preguntándome sobre mi núcleo familiar y su respectiva integración, y sobre mi trabajo y a que me dedico, le respondo y continúa:
-¿Paticipó de las actividades del 15 de Febrero de 2013 en la Suprema Corte de Justicia?
-Si, estaba trabajando cubriendo la noticia.
-¿Acudió como periodista o como manifestante?
-Como fotoperiodista.
-¿Como explica que si acudió como periodista, varios efectivos policiales lo identifiquen de haber incitado a ocupar el edificio y agredido e insultado a varios de ellos?
Mieres me aclara que tienen las pruebas gráficas que le dieron los canales y que están en la computadora, si quiero ver los videos donde estoy identificado no hay problema. Le contesto que no es necesario.
Le respondo que en ningún momento incité ni a irse ni a quedarse y que tampoco agredí a nadie. Le explico que sí hubo algún cruce de palabras y forcejeos con algún efectivo policial fue porque no me dejaban desarrollar normalmente mi trabajo y porque estaban avanzando con escudos sobre ancianas y ancianos y todo lo que se moviera. “Si en algún momento puse el cuerpo fue para impedir lesiones de terceros” afirmo y parece convencerse de la respuesta.

-¿Está vinculado directa o indirectamente con algunas de las organizaciones que convocaron?
-Con ninguna.

Hubo varias preguntas más en el medio pero no tienen mayor trascendencia. Parece finalizado el interrogatorio. Me pregunta si quiero agregar algo, y le contesto que si, le cuento la historia del mensaje de texto y se lo muestro de mi celular. Me asegura que ese número no es del DOE y yo le aclaro que no piense que lo estoy acusando, que es un mensaje “raro” y que quería dejar constancia de ello. Me explica que para dar conmigo fueron a dos domicilios que estaban registrados en el Registro Nacional Policial (o algo así, que es raro ya que nunca tuve ingreso a comisaría, ni detención, ni citación a Juzgado), y luego a un lugar donde creyeron que trabajaría.

Le pregunto como sigue el trámite y en calidad de que es la citación. Me responde que se está investigando por orden de la Jueza Merialdo (que es quién lleva la causa) y que los efectivos que participaron del desalojo fueron los que identificaron a los que “generamos” alguna situación conflictiva. Me explica que estoy en calidad de indagado y que esto va a la Justicia y ahí se decide como sigue. Me avisa además que queda solo una citación para mañana Jueves y me pide: “Avisále a Irma Leites que queda solo mañana”.

Como se comenta más arriba fuimos cerca de ocho los que recibimos la citación. Mañana Jueves 18 citaron a otro colega, Iván Franco. Este compañero iba caminando ayer Martes 16 por la Plaza Independencia cuando lo para un policía de civil que se identifica como tal con un carnet y sin entregarle notificación alguna, lo cita a declarar el Jueves. Procedimientos poco ortodoxos, diría la tía.

Las declaraciones obviamente no son textuales ni tampoco el diálogo que se detalla, son una aproximación. Éstas ocho citaciones llaman un poco la atención, los mecanismos también. El 16 de Abril, Hijos y Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos sacan una declaración donde dicen: “Nos indigna que la Justicia uruguaya sea tan expeditiva a la hora de investigar a quienes se manifestaban pacíficamente contra una medida injustificada del máximo órgano del Poder Judicial y sea a la vez tan negligente e indiferente frente a delitos que nos dañan a todos, como ser los delitos de lesa humanidad de los cuales el Estado uruguayo sigue sin dar cuentas.” Me sumo sin dudas a lo declarado por las dos organizaciones, a la solidaridad con el resto de l@s citad@s y al compromiso en seguir la pelea junto a miles por verdad y justicia, y por el fin de la impunidad de los impunes de ayer y los impunes de hoy.

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