Repudio total a las manchas de la iglesia
Por: Marina Morelli Núñez.
Tengo tiempo libre y poquitas cosas me fascinan mas que sumarme al nivel de indignación colectiva que puede alcanzar el pueblo uruguayo. Por eso decidí - una vez más- hacer publico el repudio total a las manchas de la iglesia que me causan espanto y horror.
Mi repudio mas absoluto a la mancha que dejo aquel
sacerdote salesiano que pertenece a la Iglesia Católica Apostólica Romana en el
Uruguay, el mismo que contagió por vía sexual de una hepatitis B y C a una
señora con quien además se manejaba en el expediente tuvo una hija. Me incliné
a buscar información sobre su paradero que presumí lejano a la Iglesia, y para
mi sorpresa encontré su nombre y teléfono en la propia web
(http://iglesiacatolica.org.uy/guia-eclesiastica/clero-religioso/) de la
iglesia uruguaya al día.
También pensé en lo manchada que
quedo la iglesia de los casos de abuso sexual de Cerro Largo y cuando el obispo
de Melo y Treinta y Tres, Monseñor Heriberto Bodeant, dijo a El País que la
Iglesia uruguaya "ya sabía antes de que se tomara estado público"
sobre tres casos de curas pedófilos.
Y como para seguir pensando,
llegó a mi recuerdo la mancha de aquel cura salteño que vivía en frente a una
plaza de juegos para niños y cuando un periodista del Diario LA REPUBLICA le preguntó
sobre la veracidad de las acusaciones de abuso sexual contra más de doce niños y niñas de diversas edades que había cometido en el
poblado boliviano de Tapacarí, respondió
“son ciertas. Es lo que te puedo decir…; sabés una cosa: estoy
muerto”.
Ni que hablar de la mancha
denunciada en 2007 contra un sacerdote jesuita de la Compañía de Jesús, que
partió de la familia de un joven de 18 años
y aparecieron algunos casos de adolescentes de 17 años, siempre varones,
que habían sido víctimas de abusos similares. Pensé en éste caso porque
acreditado el abuso se lo redujo al estado laical, pero también se lo autorizó
a seguir cumpliendo tareas internas en alguna comunidad de la orden jesuita,
como para tenerlo cerquita y no extrañarlo.
Y aquella otra mancha del cura de Cerro Chato contra quien se estudiaba la denuncia que tocaba genitales a los niños y a los adolescentes les cambiaba sexo por comida, y una vez trasladado a Italia, invitó y llevo a una de sus víctimas para continuar en tierras europeas el abuso.
Y la mancha del argentino miembro
de la congregación Pobres Siervos,
descubierto en 2015 en Salto cuando sale a la luz que había abusado de
al menos cinco niños y adolescentes de entre 11 y 16 años pidiendo sexo a
cambio de dinero o comida.
Tantas manchas más …
Las paredes de la iglesia tienen
manchas de todo tipo, y no nos vamos a ocupar de las antiguas porque serian innumerables, tampoco de las que suceden hoy a lo largo y ancho del mundo, porque reconozcamos que la indignación colectiva a la uruguaya es cortita y al pie, tampoco es cosa de andar profundizando tanto.
El asunto es que en este pequeño territorio del sur, todas las manchas de la iglesia son señales de algo que en ella impactó y la
ensucia o la echa a perder. Y en resumidas cuentas, es comprensible que la
indignación colectiva surja cuando se conocen que las paredes de la iglesia
están todas manchadas y ninguna se desaparece hidrolavando.
P.D. Mal yo… hay tres o cuatro
manchitas que si se pueden desaparecer a pura hidrolavadora, pero justo esas son las que no me indignan, ocupan ni preocupan.
Es muy larga la historia de la iglesia católica de su prostitución política pagando cualquier precio para su existencia. De ahí que es coherente con toda su vida interna de tantos siglos. No solo la pederatia, sino todo los demás.
ResponderBorrarSeria bueno que los organizadores o caras más visibles de la marcha expresaran a los medios justamente algo de lo que aca se comenta. Ya que la marcha no tenia objetivos específicos respecto a la iglesia. Y el planteo pública mostraría la coherencia de la marcha también ante una iglesia retrograda, machista como pocos, corrupta y altamente impune.
Sin dejar de hacer notar que hasta el diablo paga peaje de virtud y la iglesia también con personas como Don Arnulfo Romero o Sergio Mendes Arceo e incluso Albino Luciani.
De total acuerdo contigo y tus comentarios...una vez más.
ResponderBorrarUn abrazo.
Graciela Moratorio
Estupendo. La indignacion parece carcomernos solo a algunas pocas personas.
ResponderBorrarHe llevado el repudio a la Iglesia al punto de no entrar aunque se case un familiar. Lo espero afuera. De la misma manera que no entro a un basural , por asco.
Solo hablan invistiendose en santidad y no violencia ,personas y medios,de las pequeñas manchas de color. Pero, esas otras manchas , más oscuras, más grandes,mas profundas,votos de silencio. Santos Hipócritas.
ResponderBorrarHay que cerrar iglesias son cueva de pedofilos y abrir centros de formación educativa comunales ,hacer realidad nuestro pais se dice laico y de alguna manera solventa excluyendo de impuestos tanta barbarie.
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