Por: Marina Morelli Núñez. Las personas tienen la más irrestricta libertad a tener fantasías de todo tipo, incluidos los señores jueces -que vale aclarar- también son personas. Un juez fantaseando con penes no significa un problema. Un juez resolviendo sobre los derechos en base a sus fantasías con penes, atenta contra el acceso a la justicia, la seguridad jurídica y en definitiva, contra el sistema democrático de derecho. Piense en una persona empresaria acudiendo al sistema de justicia uruguayo a peticionar un concordato y que la resolución judicial se lo deniegue, basándose en el entendido que debe aguardar al primer arcoíris que una el cielo con la tierra, caminarlo hasta el final y allí encontrar una gran olla que guarda monedas de oro y constituyen un enorme y gran tesoro, al punto que recobrará la solvencia económica y resolverá todos los problemas empresariales que motivaron la demanda. Piense en una persona que acuda al sistema de justicia a solicita