Detenciones arbitrarias a defensores en Honduras.

El 25 de mayo de 2013, pasada la una de la tarde, Berta Cáceres, co-ordinadora general del Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas Populares – COPINH, fue condicionalmente liberada de su detención por el juez José Francisco Pineda Ayala del Juzgado en Santa Barbara, en el occidente de Honduras.


La defensora de derechos humanos había sido detenida el día anterior junto con Tomás Gómez Membreño, también miembro del COPINH. Actualmente, COPINH están involucrado en una campaña por la defensa del río Gualcarque, lo cual es el sitio de una represa propuesta por la empresa hondureña FICOHSA y la multinacional SINOHYDRO.

El 24 de mayo de 2013, Berta Cáceres y Tomás Gómez Membreño fueron detenidos en una operación militar en el sector de Agua Caliente de Santa Barbara. Una veintena de elementos del ejército, miembros del batallón de ingenieros de Siguatepeque detuvieron su carro y hicieron una inspección de una manera violenta y agresiva, antes de solicitar presencia policial. La policía llegó en carros que permanecieron a las compañías responsables por el proyecto a lo cual se opone COPINH. Los defensores de derechos humanos fueron informados que habían sido detenidos por la portación ilegal de una arma, supuestamente encontrada en la paila del carro. Mientras que Tomás Gómez Membreño fue liberado a las once de la noche, Berta Cáceres fue puesta en una bartolina y tratada como persona altamente peligrosa.

Antes de liberarla, el fiscal de Ministerio Público, Nery Betancourt, le remitió al juzgado donde le dieron medidas sustitutivas que consisten en obligarla a firmar cada viernes del mes en un juzgado, la imposibilidad de salir del país, y la cita a un juicio el 13 de junio próximo. El carro de la organización se mantiene decomisado.

El abogado de la defensa, Marcelino Martínez, sostiene que el incidente es parte de un clima creciente de militarización en Honduras. Insiste que el arma fue sembrado como parte de una campaña de criminalización del movimiento y de la protesta social, y que los militares no siguieron procedimientos legales durante la detención de los dos defensores de derechos humanos. 

Front Line Defenders desea manifestar su preocupación tras la detención arbitraria, por militares, de Berta Cáceres y Tomás Gómez Membreño. Se considera que un precedente peligroso ha sido establecido con respeto a la vigilancia del estado por militares, y que la detención de los dos defensores de derechos humanos fue motivado por su trabajo pacífico y legítimo en defensa de derechos humanos en Honduras, en particular los derechos del pueblo indígeno.

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