Golpe de Estado
La desestabilización es uno de los juegos
preferidos de los dueños de todo aquello que tiene valor de mercado, de los
poderosos de siempre. En ese juego no hay reglas y solo por objetivo conservar
los inmerecidos privilegios. Mueven un par de piezas. Manipulan a su antojo
hasta lo que no admite manipulación. Se valen de los alcahuetes e
inescrupulosos de siempre. Y a veces hasta encuentran pomposos nombres
seudo-constitucionales para el horror de un pueblo.
Hoy no hay ningún “juicio político”
en Paraguay.
Hoy se da un golpe de estado en la
institucionalidad de aquel pueblo.
El desgraciado circo está montado, y su función
arranca en pocos minutos. Solo durara cuatro horas, la taquilla esta completa,
los votos cantados y el final es previsible.
La lección de ver como por voluntad de unos
pocos, se convulsiona y retuerce el presente y define el futuro de un pueblo,
es algo que debemos de una vez por todas aprender.
Hoy su dolor es el mío.
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