Mujeres contra la bestia

Cada año, cerca de 400,000 inmigrantes centroamericanos intentan llegar a Estados Unidos a través de México. Viajan hacinados en trenes de carga durante días. Pero en un punto encuentran una luz de esperanza: Las Patronas.


La de las Patronas es de esas historias sencillas con gente sencilla. Quizás por eso este corto documental nos emociona cada vez que lo vemos. Ellas son un grupo de mujeres mexicanas que, ajenas a gobiernos, empresas y organismos internacionales se han organizado para llevar a cabo una labora humanitaria silenciosa pero necesaria.

Viven en la comunidad de La Patrona, un pequeño municipio mexicano en Córdoba, Veracruz. Por allí pasa la Bestia, el larguísimo tren de mercancías que cruza el país azteca hasta Estados Unidos. Sobre ellos, miles de emigrantes centroamericanos encaramados en los techos en busca de su sueño: llegar a Estados Unidos para conseguir una vida mejor. Las Patronas son sus ángeles de la guarda durante el camino.


Las condiciones del viaje son dantescas. Además del hambre, la sed, el frío o el calor, lestas personas tienen que enfrentarse al crimen organizado, que cada año secuestra a más de 20 mil emigrantes en territorio mexicano en su viaje rumbo a Estados Unidos, según informes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. La realidad es aún más cruel ya que muchos de los casos no se denuncian, por lo que el número podría ser mucho mayor.

Además, seis de cada diez niñas y mujeres son violadas durante su viaje. Algunos sufren amputaciones por accidentes. Otros muchos, sencillamente, desaparecen si dejar rastro en una fosa común. Sus familias jamás sabrán de ellos, aunque vivirán con la ilusión de pensar que consiguieron su objetivo y llegaron al primer mundo.

Las Patronas, desde su humilde comunidad, preparan cartuchos con comida y bebida para entregarlos a los emigrantes que van en el tren. En marcha, a toda velocidad, ellas extienden sus brazos, para que los espaldas mojadas hagan lo propio y agarren la humilde ayuda, apenas unas botellas de agua y un poco de arroz con frijoles, atún, piña en almíbar y galletas, suficiente para hacer un poco menos duro el camino.

Son en total 14 mujeres y dos hombres que trabajan sin cobrar absolutamente nada y que son capaces de preparar comida para unos 400 emigrantes diarios (200 cuando se grabó el documental). Y así jornada tras jornada durante cerca de dos décadas, y sin ayuda de gobiernos o instituciones.

“Emocionante e inolvidable”
Se trata de un corto documental intenso y emocionante, grabado durante cuatro días en 2010, y que, hasta la fecha, ha recibido diecinueve premios y tres menciones especiales, con presencia en 65 festivales de todo el mundo: China, Argentina, Brasil, Ucrania, EEUU…

“Fue una experiencia emocionante e inolvidable”, asegura Nieves Prieto, quien junto a Fernando López, es la responsable del documental. Prieto recuerda que durante el rodaje “y contra todo pronóstico” uno de los trenes se detuvo en la vía delante de ellos. “Fue genial que las Patronas pudieran darles la comida y bebida en mano, sin prisa. Nosotros también colaboramos llevando alguna caja, y además tuvimos la oportunidad de hablar con los migrantes y conocer de primera mano su dura experiencia del viaje”, nos cuenta.

El equipo se implicó en todo momento en el rodaje hasta el punto de que “uno de nuestros ayudantes se arriesgó a poner una pequeña cámara de mano en las vías del tren para grabar las imágenes que aparecen al final del corto… Discutimos un poco sobre el tema y al final el tren pasó por encima de la cámara y todo fue bien, pero tuvimos nuestros momentos de duda. Cuando pasó el tren y vimos que la cámara seguía ahí todos saltamos de alegría, emocionados…”.

El documental tuvo un efecto positivo para las Patronas, muchas gente contactó con ellas para hacer donaciones “y sus medios, la cocina y a una nueva furgoneta de segunda mano,  han ido mejorando en estos últimos años”, dice Prieto. En diciembre de 2013,  el Gobierno de México concedió a estas mujeres el  Premio Nacional de Derechos Humanos.

Una labor impagable que vuelve a demostrar que siempre da más el que menos tiene.

Si quieres ayudar a las Patronas puedes entrar a su Facebook o escribir a lapatrona.laesperanza@gmail.com para contactar con ellas.

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