miradas...


Conmueve toda mirada cuando ve un poco  más allá que el resto... esa mirada que parece cuestionar sin ser necesario emplear palabra alguna.  Por fortuna hay miradas que invitan a trasladarse a algún paisaje,  aunque no te muevas de lugar. Te atraviesan sin esfuerzo e inmovilizan por un par de segundos, atrapando el instante.    

Festejo que haya seres capaces de provocar con solo mirar. Quizá lo mas fascinante es que si tropezas o cruzas camino con alguno, es difícil que lo olvides. Hay un registro en algún sitio de nosotros mismos, donde sencillamente permanecen intactos,  a pesar del tiempo y de las circunstancias, por lo cual no es necesario ningún tipo de esfuerzo para recordar.

Como una especie de albúm fotográfico en donde cada ser que pudo ver con solo mirar,  está allí. Aún. Y poco interesa si fue en la niñez, ya adultos o poniéndonos viejos. Tampoco si el paisaje era conocido o recorrías tierras lejanas. Menos aún, si te miraron de cerca o lejos. Como sea... permanecen allí.

Por fortuna, estoy entre quienes cuentan con registro de haber sido atravesada por miradas... un niño jugando en medio del barro del abandono, un viejo con su casa a cuestas tirado en una vereda, una mujer campesina con machete en mano,  un joven en las rocas de un Cabo, un indígena en medio de la selva paraguaya, un amargado poeta en un bar ... y otros muy pocos que me reservo. Yo cuento con mi propio registro.

Lamento si Ud. no.


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