Hoy me vine con todo el romanticismo encima

SEÑOR PÉREZ (don Esteban).- Señor Presidente: hoy me vine con todo el romanticismo encima. Quizás para algunos resulte quijotesco lo que voy a plantear y para otros un tanto desalineado. Pero cada dos por tres me corre por las arterias la idea de que aquí pretendemos estar representando a los más humildes de este país y a una larga lista de compañeros que dejaron el cuero en la estaca luchando por ellos.

La tierra, desde el 2000 a la fecha, se ha valorizado aproximadamente un 500%. Esto representa para el Instituto Nacional de Colonización la zanahoria delante del burro: nunca llega a su objetivo de adquirir tierras suficientes para entregar a los asalariados rurales, a fin de llevar a cabo emprendimientos productivos colectivos, como la Colonia Raúl Sendic, hoy reconocida como exitosa por su productividad. Los pesos que le votamos al Instituto Nacional de Colonización se transformaron en pesitos, en chirolas, al dispararse el precio de la tierra. En realidad, el Instituto tiene la voluntad de adquirir tierras, pero no tiene la platita necesaria.

Hemos visto en grandes titulares de prensa que hay US$ 140:000.000 del espacio fiscal disponibles para ser gastados. Esto, obviamente, generó una discusión sobre qué hacer con ese dinero, si utilizarlo en planes sociales, guardarlo como respaldo para imprevistos o gastarlo en café con leche. Ese dinero es producto ‑entre otras cosas‑ de la reducción del déficit fiscal y de la mejora en la recaudación.

Lo que estoy planteando es que una parte de ese monto sea destinado a reforzar los recursos del Instituto Nacional de Colonización para la adquisición de tierras con destino a proyectos productivos colectivos de asalariados rurales e hijos de pequeños productores. Estoy de acuerdo con que hay que ser cautos, en previsión de crisis, a la hora de gastar, pero cuando se está en crisis no se gasta. Ahora que está esa platita con la que no se contaba es el momento de invertir en los pobres, pero tengamos claro que el hecho de comprar tierra por parte del Estado no es un gasto, sino una inversión con resultado social, es achicar la cancha a la extranjerización de la tierra y a la concentración y es adquirir soberanía sobre el territorio nacional.

Solicito que la versión taquigráfica de mis palabras sea enviada a la Presidencia de la República, al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, al Instituto Nacional de Colonización, a las Juntas Departamentales de Canelones y Artigas, al PIT-CNT, a las gremiales rurales y a los sindicatos de asalariados rurales a la mesa política del frente amplio.

SEÑOR PRESIDENTE (Orrico).- Se va a votar el trámite solicitado.
(Se vota)
——Cincuenta en cincuenta y uno: AFIRMATIVA.
MEDIA HORA PREVIA CÁMARA DE REPRESENTANTE 7 DE MARZO 2012

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