" Habla Pedro"

Camarota un adelantado...

"Habla Pedro. 

Ayer fui al cumpleaños de mi sobrino. Tiene 2 años. Ahora, antes tenía 1. Uno para 2. Gracias a Dios Todopoderoso, el festejo se desarrollo con absoluta normalidad. Digo esto porque estábamos bastante asustados de que fuésemos victimas de algún tipo de tropelía. Carrasco se ha vuelto un barrio pesado. De todas maneras, los 50 coraceros que pusimos en la puerta y los más de 60 oficiales amigos del abuelo del homenajeado que estaban adentro disuadieron a la turba. En el momento de romper la piñata el acto se hizo en forma ORDENADA y cada niño por turno debía agacharse a buscar una golosina o regalo. Aprovechando la distracción, un amigo de mi sobrino robo un merengue de la torta. Yo también tengo hijos y he pasado por estas cosas, así que mi reacción fue la que hubiera tenido cualquiera: le acerté un puntapié debajo del mentón. Una vez tendido lo di vuelta, apoye mi rodilla derecha en su espalda y deje caer mi peso sobre ella, tome sus dos brazos y los estire hacia atrás: “¡¡¡ devolvé el merengue, hijo de puta!!! ¡¡¡ Plancha de mierda!!! Te abrimos la puerta de nuestra casa y nos haces esto. Te vas a quemar en el Infierno, pecador”. El chico se puso a llorar y pidió perdón. ¿Saben porque? Porque se dio cuenta de que había actuado mal. Esto no deja lugar a ninguna duda: ese chico de 2 años sabe distinguir el bien del mal, lo correcto de lo incorrecto, lo que es legal de lo que no. Por eso planteo bajar la edad de imputabilidad a los 2 años. Porque lo que importa no es la edad de una cédula firmada en este caso por una cruz… Que lindo seria que todas las cédulas tuvieran cruces y rosarios y ángeles. Lo que importa es la conciencia de lo correcto. Y con 2 años ya la hay". 

(extraído del Libro ‘Manual del perfecto Votante’ de Gonzalo Camarota)